El consejero de Trabajo en Argentina, Guillermo Hernández Cerviño.
El consejero de Trabajo e Inmigración de España en Argentina, Guillermo Hernández Cerviño, reafirmó el compromiso del Gobierno español con la Asociación de Jóvenes Descendientes de Españoles en Argentina (Ajdera) y aseguró que todos los proyectos dirigidos a las nuevas generaciones están perfectamente auditados y que todos los gastos que supuso la realización del Congreso de Jóvenes que tuvo lugar en Mar del Plata a finales de octubre han sido debidamente justificados ante el Estado.
De esta manera, Hernández Cerviño respondió a la diputada del Partido Popular por La Coruña, Belén do Campo, quien exigió en el Congreso de Diputados al Gobierno que preside José Luis Rodríguez Zapatero que justifique por escrito la financiación e inversión en ayudas realizada por la Administración española a las asociaciones de jóvenes en el exterior.
“Yo he sido diputado y sé que el control de la labor del Gobierno es fundamental, aunque también habría que controlar un poco a la oposición. Creo que las preguntas que efectuó esta diputada en el Parlamento corresponden a la rutina y no tienen más interés que armar ruido, aunque está en su derecho hacerlas. Seguramente ella también debe tener sus apuestas personales y sociales, y yo no se las critico, pero lo que es claro es que la ayuda a los jóvenes del exterior nunca es equivocada”, señaló el consejero en entrevista exclusiva con España Exterior.
Hernández Cerviño recalcó que tanto los gastos de la realización del Congreso de Jóvenes Descendientes de Españoles, como la financiación a Ajdera “están perfectamente controlados y justificados ante el Estado, que no reparte dinero así porque sí”.
En el mismo sentido, subrayó que Ajdera “es una asociación muy potente que está funcionando muy bien y que nos presenta constantemente proyectos e iniciativas que nosotros analizamos y estudiamos. Si vemos que pueden ser útiles los aprobamos sin fijarnos nunca si hay gente de otros partidos políticos, y el Congreso de Jóvenes es un proyecto que está bien justificado y que está rindiendo muy bien. La prueba de ellos es que a la última edición asistieron casi 500 jóvenes, lo que demuestra su interés por participar, porque nadie les obliga a ir”.
En cambio, el consejero afirmó que Do Campo “tal vez debería preguntarse si ha encontrado a alguien a quien se le hayan cerrado las puertas de la Consejería”, a lo que añadió: “Todos los que vienen aquí han recibido información sobre ayudas de todo tipo, porque esa es la manera en la que se hace estricta justicia social, porque lo que tiene que comprender es que todos los españoles que residen en el exterior, sean jóvenes o mayores, tienen los mismos derechos que los que viven en España, algo que esta señora se olvida”.
De la misma manera, explicó que los proyectos que presenta Ajdera coinciden con los que tiene el Estado español: “La preocupación de los jóvenes es sobre el acceso a la información para empleo y formación profesional, pero también por no perder la conexión con las antiguas asociaciones de la colectividad que hay en Argentina”.Así, Hernández Cerviño rebatió las afirmaciones de Do Campo de que el Gobierno, al apoyar a Ajdera, “adopta medidas discriminatorias a favor de una entidad, de reciente creación, desvinculada del movimiento asociativo de los españoles en el exterior y con escaso currículum de trabajo”.
Sobre este aspecto, explicó que muchas instituciones de la colectividad “mueren de inanición porque, desgraciadamente, todo el empuje que tenían las personas que formaron estos centros, por ley de vida, no se ha renovado y ahora nos encontramos que esos espacios son muy difíciles de reemplazar. El Congreso de Jóvenes busca su inclusión en las entidades, y los vamos a seguir apoyando en ese sentido. Es más, desde la Consejería estamos trabajando para que los centros den lugar a las nuevas generaciones y a las mujeres, sin imponerles nada, porque es la única forma de que el movimiento asociativo no se pierda”.
Por otra parte, defendió la cesión de un espacio en la Consejería destinado al Servicio de Información Juvenil en el Exterior (SIJE), cuestión también muy criticada por Do Campo. “Es una oficina que se nutre exclusivamente de información del Estado, y no hay nada partidista en ello. Allí los jóvenes pueden acceder a ayudas relacionadas a becas, formación profesional, bolsas de empleo y cursos”. En la misma tónica, explicó que la Consejería tiene sus puertas abiertas para cualquier asociación legalmente constituida que pida un espacio para reunirse.
“En ningún momento se puede decir que nos ocupamos más de los jóvenes que de los mayores o de las mujeres, porque son todas cuestiones que deben recibir nuestro apoyo y solidaridad, pero es claro que los jóvenes habían quedado históricamente marginados antes que asuma este Gobierno y los problemas que nos plantean son los mismos que los que tienen los jóvenes que viven en España, como el acceso al empleo y la formación profesional. Tanto es así que estamos manteniendo reuniones continuas con el Ministerio de Trabajo de Argentina para sentar líneas de colaboración sobre estos aspectos”, destacó.
Por último, aclaró que desde la Consejería siempre se seguirá apoyando los proyectos e iniciativas de las nuevas generaciones: “La realidad es que la colectividad española es muy heterogénea y también incluye a los jóvenes, y es por eso que seguiremos apoyando a Ajdera y la realización de congresos a partir de los cuales se pueda implementar políticas que correspondan a sus necesidades”.
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