La campaña para las elecciones españolas ya se vive en Argentina.

En este país hay cerca de 300.000 españoles registrados para votar, un 65% del padrón del exterior. Hasta este sábado tienen tiempo de enviar un formulario para “pedir” el voto. El PP y el PSOE harán actos en Buenos Aires y otras ciudades.

CAROLINA BRUNSTEIN para Clarín.

En medio de una crisis económica que no avizora un fin cercano, con crecientes movimientos de protesta y una gran porción de la sociedad “indignada”, España se prepara para las elecciones generales del 20 de noviembre. Mientras los candidatos lanzan su artillería de campaña, en un escenario adverso para el socialismo gobernante, la contienda política llegó a la Argentina, donde vive la mayor comunidad de españoles en el exterior.

Los dos partidos mayoritarios ya comenzaron a moverse para seducir a sus potenciales votantes, organizando actos y encuentros políticos en Buenos Aires y otras ciudades. Quienes quieran participar desde aquí tienen tiempo hasta este sábado para “pedir el voto”, un paso necesario –y nuevo, a partir de una reciente reforma electoral– para luego poder enviar por correo la papeleta con el candidato elegido, hasta el 15 de noviembre, o en el consulado, entre el 16 y el 18 de ese mes.

En la Argentina hay cerca de 300.000 españoles registrados para votar, según datos de los partidos. “Es alrededor del 65% del voto del exterior”, señaló a ClarínGustavo López Pardo, secretario de Organización del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) en Buenos Aires.

Aunque aclaró que, como no es obligatorio, no se sabe cuántos votarán. “En los comicios autonómicos votó sólo un 10% del padrón. Pero en la última elección general, en 2009, la participación aquí fue de un 40%”, recordó.

Tanto el PSOE como el opositor Partido Popular (PP), que aspira a recuperar el gobierno español tras casi ocho años de gobierno socialista, están concentrados desde hace varias semanas en informar a los españoles residentes aquí cómo es el nuevo mecanismo, y la semana que viene seguramente estarán difundiendo sus propuestas a través de publicidad en distintos medios y hasta visitas a las casas de los empadronados.

A muchos de los votantes ya les llegó la carta con el formulario de solicitud de voto, pero quienes no lo hayan recibido pueden bajarlo a través de Internet (en la página del Instituto Nacional de Estadística, www.ine.es). Antes del 1 de noviembre deberían recibir la documentación y los sobres para emitir su voto.

Avelino García Melle, director general de campaña del PP en la Argentina, critica la reforma de la ley electoral. “Hay mucha gente enojada. Ahora hay que rogar el voto y es más complicado. Muchos directamente han decidido no votar”, vaticinó.

Aún así, la campaña ya se largó. Aunque los sondeos no favorecen para nada al PSOE de José Luis Rodríguez Zapatero y prevén una victoria casi segura del líder del PP Mariano Rajoy, aquí los socialistas guardan cierto optimismo.

“Una elección no se gana hasta que se cuente el último voto”, subraya López Pardo, y llama a votar a Alfredo Pérez Rubalcaba. “Queremos que en España siga habiendo un Estado de bienestar. El PP, en cambio, ha alabado por ejemplo el plan de ajuste británico, que prevé miles de despidos”, alertó.

“Todos los derechos de los españoles en el exterior se consiguieron en gobiernos del PSOE, como la ley de Memoria histórica o las pensiones no remunerativas”, enumeró López Pardo. Y afirmó que los residentes en el exterior se han inclinado en general por su partido en elecciones anteriores.

En la otra vereda, García Melle señala estas elecciones –previstas inicialmente para marzo de 2012, pero adelantadas por la crisis española– son “muy importantes”, por eso se está haciendo una campaña fuerte de este lado del océano. Asegura que España “necesita un gobierno estable, creíble, que pueda recomponer la situación política y económica”.

Aunque reconoce que “el socialismo hizo un buen trabajo en el exterior en sus primeros años, hoy la situación de la emigración está bastante deteriorada. Se están quitando ayudas, las pensiones se han reducido de unas 30.000 a unas 15.000 y seguirán bajando si la situación económica no mejora”.