REFORMA DEL VOTO EXTERIOR.
El diputado de Izquierda Unida Gaspar Llamazares ha calificado como 'timo de la estampita' la propuesta de reforma del voto emigrante para limitarla a elegir a 4 ó 5 senadores, una cámara que 'carece de competencias significativas y menos en las materias que afectan directamente a los emigrantes'. Llamazares se ha mostrado en contra de 'segregar' a los emigrantes en el Senado.
¿En qué sentido considera que tiene que ir la reforma del voto electoral?
Siempre he defendido el derecho de voto de los emigrantes en todos los procesos electorales, en las mismas condiciones que rigen para los españoles residentes en el país. Y he apoyado al Consejo General de la Ciudadanía Española en el Exterior para que se garantice el voto con transparencia y efectividad, mejorando la modalidad de voto por correo, posibilitando el voto presencial en urna, e incluso explorando la posibilidad del voto electrónico a través de Internet, verificándose en todos los casos el secreto del voto y la identidad del votante.
La noticia de que el PP y el PSOE tienen muy avanzado un pacto para que los 1.317.436 españoles inscritos en el Censo de Residentes Ausentes en el extranjero (CERA) pierdan su derecho de voto en las elecciones municipales, autonómicas y al Congreso de los Diputados, ha sembrado preocupación y alarma no sólo entre los propios emigrantes, sino en el seno del Consejo General de la Ciudadanía Española en el Exterior. Considero inconstitucional esta medida y un despropósito que se suprima un derecho constitucional a cambio de quimeras como la de cuatro o cinco senadores en representación de la ciudadanía española en el exterior, cuando el Senado carece de competencias significativas y menos en las materias que afectan directamente a los emigrantes. Sería el timo de la estampita.
Nada tenemos en contra de una representación directa en el Congreso y en el Senado, pero no a costa del derecho de voto municipal y autonómico. La creación de una circunscripción electoral segregada, si se limita sólo al Senado y al precio de renunciar al voto político al Congreso, sólo contribuiría a una marginación de los españoles residentes en el extranjero.
La emigración española ha protagonizado una gesta humana extraordinaria que recorre más de dos siglos de historia de nuestro país y que ha incidido poderosamente, mucho más de lo que a veces los libros de historia suelen reconocer, en la construcción de una sociedad moderna y democrática como es hoy la española. Garantizar y extender derechos, y no recortarlos, no son una dádiva, sino un derecho que les corresponde como ciudadanos. Son tan españoles como los demás y en un mundo global como el que nos ha tocado vivir no podemos permitirnos dilapidar el inmenso capital humano que los españoles en el mundo representan para el patrimonio español y su proyección internacional desde el punto económico, cultural y político. El pleno ejercicio de su derecho de ciudadanía debe contribuir al esfuerzo permanente para que la distancia no les desvincule de su condición de españoles, llevándoles al desarraigo y la desafección.
"Timo de la Estampita"
Nota: laregioninternacional.com
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