Los cambios de la ley electoral.

PSOE y PP negocian una reforma que acabaría con el decisivo voto emigrante en Asturias.

Los grandes partidos quieren limitar al Senado el sufragio de los residentes en el extranjero. Los socialistas de Hispanoamérica se sienten «violados».

Oviedo,

Marta PÉREZ 

El resultado de las próximas elecciones autonómicas asturianas puede quedar marcado por la reforma legal que el PSOE y el PP negocian para limitar el derecho de voto de los emigrantes españoles a los comicios del Senado. De llevarse a cabo este cambio legislativo -que inicialmente se prevé aplicar en las elecciones de 2011- la escasa pero determinante diferencia de votos existente entre socialistas y populares asturianos podría alterarse. Ante una situación de «empate técnico» electoral, el voto emigrante se ha convertido en decisivo en las últimas elecciones asturianas y siempre a favor del PSOE, que ha captado mejor las simpatías políticas de los 70.000 asturianos del extranjero. Los socialistas, que ahora pescan tres de cada cuatro votos en la emigración, podrían quedarse sin un caladero clave para reforzar su victoria en las elecciones autonómicas. La medida ya ha provocado el rechazo de las agrupaciones socialistas en el continente americano, que sienten «violados» sus derechos políticos. 

Una subcomisión estudia en el Congreso de los Diputados la reforma de la ley electoral para que sea aprobada con el máximo consenso posible. En los próximos tres meses concluirá el trabajo de esta comisión y el objetivo es que se aplique antes de las municipales y autonómicas de 2011. La fórmula que se baraja para la reforma de la ley electoral se basaría en crear una circunscripción específica en el Senado para estos votantes del extranjero, que en la actualidad pueden elegir sus representantes para el Congreso, el Senado, los ayuntamientos y los parlamentos autonómicos. En el caso de que avanzase la reforma, la Cámara alta estaría formada por senadores electos por cada provincia, más los designados por los parlamentos autonómicos, más otros elegidos en una circunscripción exterior. Ambos partidos coinciden en la necesidad de revisar la actual situación, en la que el color político de un gobierno municipal o un escaño del Congreso pueden decidirse por el voto de ciudadanos que nunca han residido en ese municipio o circunscripción electoral, como ya ha ocurrido en Asturias. El acuerdo entre populares y socialistas se encuentra muy avanzado y afectaría a 1,3 millones de españoles residentes en todo el mundo. 

La propuesta no es nueva. El ministro de Fomento, José Blanco lanzó ya en 2007 la idea de limitar el voto emigrante cuando era secretario de Organización del PSOE. Eso sí, el punto de partida no era tan restrictivo. Blanco apostaba por limitar el voto emigrante a las generales y crear una circunscripción electoral de la diáspora en el Congreso y el Senado. El asturiano Álvaro Cuesta, secretario de Política Municipal del PSOE, participó en las primeras reuniones con los partidos políticos para intentar sacar adelante la idea de Blanco. «Esta cuestión está abierta a la reflexión conjunta de todas las fuerzas parlamentarias porque en esta materia las soluciones deben reunir el máximo de los consensos», dijo Cuesta entonces. 

Sin embargo, y aunque la iniciativa lleva la firma de la factoría de ideas socialista, si se llevase a cabo, en Asturias perjudicaría a este partido. En las últimas elecciones europeas los sufragios de los asturianos en la diáspora permitieron a los socialistas estirar la distancia con el PP de 2.500 a casi 8.000 votos. El censo exterior formado por 70.000 personas se ha multiplicado por cuato en las últimas décadas gracias a las reformas legales que han incorporado al censo a los hijos y nietos de emigrantes. 

Las agrupaciones del PSOE en el continente americano ya expresaron su malestar a la secretaria de Organización del PSOE, Leire Pajín, los pasados días 26 y 27 de marzo en el XV Congreso de las agrupaciones del PSOE de América, que tuvo lugar en Montevideo, al tener conocimiento del avance del pacto entre PSOE y PP para limitar el voto emigrante. «Si dicha modificación avanzara, constituiría una violación a derechos políticos adquiridos y consolidados durante los gobiernos del PSOE», suscribieron en un documento interno tras el congreso las 21 agrupaciones socialistas en América, con presencia en 12 países. El mismo escrito solicita al PSOE español que «se arbitren los medios necesarios a efectos de garantizar los derechos políticos de todos los ciudadanos, sin perjuicio del lugar de residencia».


Nota: La Nueva España (Asturias)