Ciudadanos argentinos hacen cola en el consulado de Buenos Aires. (Foto: EFE)
Argentina alberga a la comunidad española más numerosa fuera de las fronteras: 320.000 personas. Aquí vivieron exiliados, entre otros, el primer presidente de la II República, Niceto Alcalá Zamora; los músicos Manuel de Falla y Miguel de Molina; y los escritores Ramón Gómez de la Serna, Rafael Alberti, Francisco Ayala, Rosa Chacel.
Cola ante el consulado. (Foto: J.I. Igigaray)
"Mi abuelo, Marcos Iparaguirre, era vasco, de Berasti, y se refugió aquí. Nunca volvió. Recién ahora en España hay un presidente que se ocupa de los exiliados, a los anteriores nunca les preocupó el tema. Si me dan la nacionalidad, yo voy a votar a Zapatero", afirma Carlos Mondinelli Iparaguirre, 27 años, a elmundo.es.
Susana también aguarda la vez y confiesa: "Yo vine varias veces al consulado a averiguar y siempre me encontraba con trabas. Gracias a Dios que Zapatero con esta ley se acordó de los españoles desterrados. Esta es una reparación histórica que hacía falta para la gente que no tenía posibilidad de reencontrarse con su origen".
El Gobierno español calcula que medio millón de nietos de españoles repartidos por el mundo podrían acogerse a los beneficios de la ley 52/2007, que rige desde el 29 de diciembre pasado. Pero la mayoría, unos 300.000, serían argentinos, seguidos de ciudadanos de Cuba, Venezuela y México.
La 'ley de nietos'
Natalia González, 30 años, quiere concretar el sueño incumplido de su padre, que murió cinco meses atrás. "El se exilió con mis abuelos cuando tenía 10 años y soñaba hacerse español y volver de visita Granada, la tierra en que nació. Pero no pudo ser. Así que yo intentaré hacerlo en su nombre, si consigo reunir el dinero".
Para Carlos Andelique, 31 años, empresario, se trata de hacer previsiones de cara al futuro. "Quiero transmitirles la nacionalidad española a mis hijos —confía— para que sean ciudadanos europeos y tengan un libre tránsito por Europa. No solamente por motivos de trabajo sino también por turismo".
"No pienso en sacar la nacionalidad para radicarme en España. Allá la situación económica y laboral ahora está tan complicada como acá. Este es un buen momento para que cada uno se quede en su país y cuide de lo suyo", razona, pragmático, este nieto de asturianos.
Su abuelo tiene 92 años, es de Orense y está encantado con que la nieta quiera ser española
Durante los tres días que el consulado lleva atendiendo a los interesados en la llamada "ley de nietos" ha duplicado el número de turnos: unos 250 cada día. Aunque muchos consultan la página web de la sede del Ministerio de Asuntos Exteriores y se informan de las condiciones generales de la norma.
También Susana planifica un porvenir en España para su hijo Juan Eugenio, 22 años, estudiante de Derecho. "En Argentina —admite— las cosas no marchan bien y en España tal vez haya más oportunidades para un joven que se abre camino en la vida. No me da pena que se vaya, porque los hijos tiene que volar del nido".
Otro caso similar es el de Antonio González González, 58 años, que espera turno junto a su hija Sonia Giselle, de 16. "Uno quiere abrir puertas para un futuro por si ella quiere viajar o emigrar a España el día de mañana. Su abuelo tiene 92 años, es de Orense y está encantado con que la nieta quiera ser española".
El único nieto argentino de la cola que encontró elmundo.es con deseos de emigrar a la península es Matías Martínez, 32 años, empleado de comercio. "Hace ocho años que esperaba esta ley o alguna similar —reconoce— que me permita radicarme legalmente en España. En 2001 estuve allá y no pude quedarme por falta de papeles".
"Un tío mío de León me aconsejó: 'Los argentinos sin papeles en España son como los bolivianos en Argentina'. Pienso que esta ley —razona— es al revés de lo que la gente cree. Va a haber menos inmigrantes en España, no más inmigrantes. Ordena las pautas de inmigración y podrán echar a la gente que esté en forma ilegal".
LEY DE MEMORIA HISTÓRICA
Los nietos de la España peregrina
300.000 argentinos descendientes de exiliados podrán obtener la nacionalidad española
JUAN IGNACIO IRIGARAY
JUAN IGNACIO IRIGARAY
BUENOS AIRES.- No hay puente del 2 de enero en el Consulado General de España en Buenos Aires. Ya al alba, medio centenar de personas hacen cola este viernes a las puertas de la sede diplomática, que abrirán al público dos horas más tarde, a las 8,15. Se ve que en algunos bonaerenses 'hay sed de DNI y pasaporte' españoles.
Argentina alberga a la comunidad española más numerosa fuera de las fronteras: 320.000 personas. Aquí vivieron exiliados, entre otros, el primer presidente de la II República, Niceto Alcalá Zamora; los músicos Manuel de Falla y Miguel de Molina; y los escritores Ramón Gómez de la Serna, Rafael Alberti, Francisco Ayala, Rosa Chacel.
Los nietos de aquella "España peregrina" acuden ahora al consulado a informarse sobre la ley de Memoria Histórica, aprobada en octubre último, que les reconoce el derecho a solicitar la nacionalidad española porque sus abuelos la perdieron o debieron renunciar a ella por su exilio en la Guerra Civil y el franquismo, de 1936 a 1955.
"Mi abuelo, Marcos Iparaguirre, era vasco, de Berasti, y se refugió aquí. Nunca volvió. Recién ahora en España hay un presidente que se ocupa de los exiliados, a los anteriores nunca les preocupó el tema. Si me dan la nacionalidad, yo voy a votar a Zapatero", afirma Carlos Mondinelli Iparaguirre, 27 años, a elmundo.es.
Susana también aguarda la vez y confiesa: "Yo vine varias veces al consulado a averiguar y siempre me encontraba con trabas. Gracias a Dios que Zapatero con esta ley se acordó de los españoles desterrados. Esta es una reparación histórica que hacía falta para la gente que no tenía posibilidad de reencontrarse con su origen".
El Gobierno español calcula que medio millón de nietos de españoles repartidos por el mundo podrían acogerse a los beneficios de la ley 52/2007, que rige desde el 29 de diciembre pasado. Pero la mayoría, unos 300.000, serían argentinos, seguidos de ciudadanos de Cuba, Venezuela y México.
La 'ley de nietos'
Natalia González, 30 años, quiere concretar el sueño incumplido de su padre, que murió cinco meses atrás. "El se exilió con mis abuelos cuando tenía 10 años y soñaba hacerse español y volver de visita Granada, la tierra en que nació. Pero no pudo ser. Así que yo intentaré hacerlo en su nombre, si consigo reunir el dinero".
Para Carlos Andelique, 31 años, empresario, se trata de hacer previsiones de cara al futuro. "Quiero transmitirles la nacionalidad española a mis hijos —confía— para que sean ciudadanos europeos y tengan un libre tránsito por Europa. No solamente por motivos de trabajo sino también por turismo".
"No pienso en sacar la nacionalidad para radicarme en España. Allá la situación económica y laboral ahora está tan complicada como acá. Este es un buen momento para que cada uno se quede en su país y cuide de lo suyo", razona, pragmático, este nieto de asturianos.
Su abuelo tiene 92 años, es de Orense y está encantado con que la nieta quiera ser española
Durante los tres días que el consulado lleva atendiendo a los interesados en la llamada "ley de nietos" ha duplicado el número de turnos: unos 250 cada día. Aunque muchos consultan la página web de la sede del Ministerio de Asuntos Exteriores y se informan de las condiciones generales de la norma.
También Susana planifica un porvenir en España para su hijo Juan Eugenio, 22 años, estudiante de Derecho. "En Argentina —admite— las cosas no marchan bien y en España tal vez haya más oportunidades para un joven que se abre camino en la vida. No me da pena que se vaya, porque los hijos tiene que volar del nido".
Otro caso similar es el de Antonio González González, 58 años, que espera turno junto a su hija Sonia Giselle, de 16. "Uno quiere abrir puertas para un futuro por si ella quiere viajar o emigrar a España el día de mañana. Su abuelo tiene 92 años, es de Orense y está encantado con que la nieta quiera ser española".
El único nieto argentino de la cola que encontró elmundo.es con deseos de emigrar a la península es Matías Martínez, 32 años, empleado de comercio. "Hace ocho años que esperaba esta ley o alguna similar —reconoce— que me permita radicarme legalmente en España. En 2001 estuve allá y no pude quedarme por falta de papeles".
"Un tío mío de León me aconsejó: 'Los argentinos sin papeles en España son como los bolivianos en Argentina'. Pienso que esta ley —razona— es al revés de lo que la gente cree. Va a haber menos inmigrantes en España, no más inmigrantes. Ordena las pautas de inmigración y podrán echar a la gente que esté en forma ilegal".
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